Queridos connacionales residentes en España y Andorra y usuarios de las páginas web de la Embajada de Italia en Madrid, en vísperas de mi marcha definitiva de esta Sede para volver a Roma, dónde he sido llamado a asumir el cargo de Secretario General del Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Cooperación Internacional, quisiera formular un sincero, amistoso y, si me lo permitís, fraternal saludo a todos vosotros.
Mi saludo quiere ser ante todo un sentido agradecimiento a todos aquellos que, durante mi permanencia al frente de la Embajada de Italia en Madrid, me han estimulado a realizar un trabajo que respondiera a sus exigencias, en el interés de cada uno y en el interés colectivo. Siempre he dicho que nuestros connacionales son todos portadores de la bandera italiana: en tierra de España y en el Principado de Andorra he podido comprobar que efectivamente la bandera ha sido llevada muy alta. Espero que el trabajo realizado por la Embajada y por todas las demás Oficinas institucionales presentes en España y Andorra haya satisfecho vuestras expectativas y, por eso, quiero dar las gracias también a los organismos representativos de nuestra colectividad – miembros de los Comites y del CGIE – además de por el diálogo constante y constructivo que siempre han querido mantener con mi persona y con la Embajada.
Tras casi tres años desde mi llegada a Madrid que – quisiera recordar – tuvo lugar en la época más dura de la pandemia, puedo afirmar con satisfacción que he ofrecido mi contribución – aunque modesta – al relanzamiento, a nivel estratégico, de las relaciones ítalo-españolas en todos los sectores: político, económico, cultural, deportivo, social. Nuestros intereses comunes son, de hecho, numerosos y trabajar intensamente juntos, como rara vez había ocurrido en el pasado, nos ha permitido constatar sin duda que los resultados conseguidos han beneficiado no solo a nuestros dos países sino a toda Europa. Las visitas a España realizadas en este período por Presidentes del Gobierno italianos, que faltaban desde hace mucho, han sido significativas, así como el desarrollo de la Cumbre intergubernamental de Palma de Mallorca en 2020, de forma presencial a pesar de la pandemia (una cumbre así faltaba desde 2014) y, sobre todo, la “histórica Visita de Estado” (en palabras de S.M. el Rey de España) realizada por el Presidente Mattarella en noviembre de 2021, colmando una laguna que existía desde 1996. También ha habido numerosos intercambios de visitas ministeriales en los dos países y de delegaciones de altos funcionarios. La cooperación política ha sido relanzada a todos los niveles y es importante, en perspectiva, la negociación que ya está en marcha para la firma de un Tratado bilateral de amistad y cooperación, que permitirá un ulterior salto cualitativo en nuestras relaciones bilaterales. A nivel económico, los intercambios se han retomado con energía y han incluso superado los niveles pre-Covid. Entre los mejores resultados a los que hemos podido asistir en el último periodo, se encuentra el lanzamiento de la red española de los trenes Frecciarossa, maravillosa bandera italiana que todos los días atraviesa el territorio español. En ámbito cultural, también gracias a las actividades de los dos Institutos de Cultura de Madrid y de Barcelona, hemos sido testigos de la realización de múltiples iniciativas de altísimo nivel y gran visibilidad, promovidas no solo en estas dos ciudades sino en toda España: ha sido, de hecho, mi precisa indicación la de promover eventos en todo el territorio, para dar la máxima visibilidad posible a Italia, con su maravillosa cultura, tan fuertemente vinculada con España. En ámbito social, finalmente, hemos intentado satisfacer de la mejor manera posible vuestras exigencias: una clara señal de eso ha sido la apertura de la nueva sede del Consulado General en Barcelona y la apertura de un Vice Consulado en Canarias. También significativa, en perspectiva, es la negociación puesta en marcha con las autoridades españolas para alcanzar un acuerdo que permita la doble nacionalidad entre nuestros países: su finalización representará una gran ventaja para nuestros conciudadanos.
Todos estos resultados no habrían sido posibles sin vuestro apoyo, vuestras sugerencias y, a veces, también vuestras críticas constructivas. Y tampoco habrían sido posibles sin la constante disponibilidad al diálogo que siempre nos han ofrecido, en este período, nuestros interlocutores españoles a todos los niveles. Ellos siempre han tenido la puerta abierta en nuestra bellísima Embajada, casa de todos los italianos y faro de “italianidad” en este país.
Agradezco naturalmente también al equipo de la Embajada, de los Consulados, incluidos los Honorarios, a nuestros expertos y a los representantes de todas las Instituciones italianas presentes en España el paciente apoyo que siempre me han brindado para defender los intereses de Italia y el haberme siempre acogido con gran disponibilidad en todos los rincones de España y del Principado de Andorra.
Deseo finalmente que Italia pueda seguir creciendo en este maravilloso país que es España, tan vinculado con Italia por cultura, geografía e intereses comunes. Estoy seguro de que, gracias a la relación fructífera mantenida con vosotros a lo largo de estos años, podrán desarrollarse en el futuro, con el compromiso y la contribución de cada uno, nuevas valiosas sinergias en el interés de todos, a partir del inminente semestre de Presidencia española de la UE. Aseguro desde ya que, también desde mi nuevo cargo y como muestra de gratitud, seguiré prestando especial atención a todos vosotros.
Un saludo muy cordial, queridas amigas y amigos españoles y andorranos, queridas y queridos connacionales residentes en España y Andorra, también de parte de mi mujer, y gracias de todo corazón por cómo nos habéis acogido entre vosotros, ¡acogida que sin duda nunca olvidaremos!
Riccardo Guariglia